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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Autoria
Producció
Fecha publicación: 
Dom, 04/28/2019

Queridos diocesanos:

 

Todo católico debe conocer el pensamiento de la Iglesia ante la problemática social que continuamente se nos plantea. Con más fuerza alrededor del 1 de mayo, Fiesta del Trabajo. Al ser un aspecto fundamental de las relaciones del ser humano con los demás y con su entorno, se producen distintos matices según las circunstancias y las épocas convirtiéndose en un tema permanente de estudio y de reflexión. También de toma de decisiones y de actuación personal y colectiva.

Hago, una vez más, una llamada para leer el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Comprobaréis los ámbitos relativos al desarrollo social de la persona y la palabra que la Iglesia ha pronunciado para iluminar las diversas situaciones a lo largo de la historia. El objetivo de estas líneas no es dar una lección sobre esta cuestión para aumentar vuestros conocimientos, sino ofrecer el título de algunos documentos para leer y argumentar y, lo que es más importante, para actuar con criterio en la vida diaria.

 

Hay una primera afirmación elemental a tener en cuenta: el Evangelio ha sido vivido y anunciado en circunstancias históricas diversas. En los últimos veinte siglos en la sociedad se han producido cambios verdaderamente sorprendentes, desde la aceptación

de la esclavitud y la organización política del imperio hasta la Declaración de los Derechos Humanos, las democracias y la utilización de las nuevas tecnologías con la carrera espacial y la globalización. En todas las épocas miles de personas han aceptado con mucha felicidad el anuncio del mensaje de Jesucristo y ello ha sido motivo para querer transformar el mundo siguiendo los planes bondadosos de Dios. Ha habido sus luces y sus sombras que permite a todo cristiano reconocer y agradecer los logros y revisar y luchar contra el pecado del odio entre hermanos, del enfrentamiento entre clases y culturas, del egoísmo en la  acumulación de riqueza que produce injustas desigualdades entre personas y pueblos.

Quiero reducir mi comentario a nuestra época iniciada, más o menos, en el siglo XIX, en la llamada revolución industrial donde ya hubo mucha preocupación eclesial y una respuesta significativa en la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII, en la que propone importantes medidas relativas al trabajo, al salario, a una mayor distribución de la propiedad, a unas condiciones laborales que garanticen la seguridad, a un reconocimiento del derecho de asociación.

 

En los años treinta del siglo pasado el papa Pío XI publica la encíclica Quadragesimo Anno tras los efectos de la Gran Guerra y la consiguiente crisis económica. En tiempos de la guerra fría, después de la Segunda Guerra Mundial, el papa Juan XXIII publica las encíclicas Mater et Magistra y Pacem in Terris. Vendrán luego los documentos del Concilio y, sobre todo, la constitución Gaudium el Spes. El papa Pablo VI aborda este cuestión en la Populorum Progressio, y san Juan Pablo II, en un largo pontificado publicó varios documentos entre los que destaca la encíclica Laborem exercens, y el papa Benedicto XVI su encíclica Caritas in Veritate.

Por último quedan los escritos y las numerosas declaraciones del actual pontífice, el papa Francisco, que consigue que repitamos sus ideas en múltiples foros: Iglesia pobre para los pobres, en salida, las periferias geográficas y existenciales... y tantas otras. Las actuales relaciones sociales, laborales y políticas tienen un largo camino de recorrido teórico en la Iglesia. Hace falta que ahora todo cristiano lo conozca y tenga el criterio adecuado para aplicar estas enseñanzas a su vida diaria, en la familia, en la empresa, en la sociedad, en la calle...

Con mi bendición y afecto.

† Salvador Giménez Valls

Obispo de Lleida