La Catedral de Lleida ha acogido esta tarde la celebración de la Jornada del Envío, presidida por el obispo Salvador. La celebración reúne a gran parte de la comunidad católica de la diócesis para renovar el encargo de ayudar al obispo a difundir el mensaje de la Iglesia en la sociedad. Presbíteros, miembros de la vida consagrada, catequistas, profesores de religión, docentes de centros católicos o responsables de esplais, entre otros colectivos se han comprometido, como es tradición en cada inicio de curso, a hacerse partícipes del trabajo de evangelización en la diócesis.

Durante la celebración se ha podido escuchar el testimonio de Elisenda, una mujer que pese a provenir de una familia creyente, se había apartado de la Iglesia hasta que, ya de mayor, ha regresado a partir de una experiencia transformadora y a través del catecumenado.

En su intervención, el obispo ha expresado el gozo por poder enviar a la comunidad de la diócesis a compartir la misión de evangelizar “con realismo en una sociedad poco receptiva”. Ha pedido “reflexión y plegaria” en el marco del sínodo de los obispos.

La celebración del Envío consta de un diálogo en que el obispo pregunta a los fieles si están dispuestos a seguir a Cristo y a difundir a su mensaje, de una manifestación del compromiso de los fieles y de la imposición de manos por parte del prelado para rezar para que el Espíritu Santo los ayude a ser mensajeros y testigos del Evangelio.