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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
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Queridos diocesanos:

Mi anterior comentario trataba de una información sobre unos voluntarios de la diócesis que iban a Guatemala para prestar un servicio. El actual quiere ser un apunte agradecido para todos aquellos que promovéis y participáis en las colonias de verano, con niños, adolescentes y jóvenes, para suscitar virtudes solidarias y complementar la educación recibida en las aulas durante el curso escolar.

 

A pesar de los cambios educativos, culturales y sociales que se producen en nuestro entorno y las comparaciones que todos aventuramos entre el pasado y el presente –nunca nos ponemos de acuerdo qué fue mejor- existen actuaciones permanentes que conviene tener en cuenta. Son aquellas que favorecen el desarrollo integral de las personas, la solidaridad, la preocupación por los vulnerables, la compasión, la ternura en nuestras relaciones. Por supuesto las que posibilitan encontrarse con Cristo y fundamentar las motivaciones y aspiraciones del actuar en sus palabras y acciones que narran los evangelios y son transmitidas por la Iglesia.

 

Los jóvenes tienen muchas posibilidades de ayudar a los demás. Durante todo el año y también en los meses de descanso estival en el que se les ofrece una clara oportunidad para prestar un precioso servicio a la comunidad. Dice el papa Francisco en la última Exhortación Apostólica Christus vivit: “La juventud es un tiempo bendito para el joven y una bendición para la Iglesia y el mundo. Es una alegría, un canto de esperanza y una bienaventuranza” (núm 135). Y más adelante escribe: “Crecer es conservar y alimentar las cosas más preciosas que te regala la juventud, pero al mismo tiempo es estar abierto a purificar lo que no es bueno y a recibir nuevos dones de Dios que te llama a desarrollar lo que vale” (núm 161).

 

Tanto la motivación del período juvenil como el servicio protagonizado y unido al crecimiento son factores que humanizan los distintos ámbitos sociales. Por ello agradecemos la dedicación de muchos jóvenes a las numerosas colonias de verano en las que participan niños y adolescentes. Es cierto que estos días son como un complemento de las actividades educativas y lúdicas realizadas durante el resto del año en los respectivos centros. Quiero hacer una llamada a todos los jóvenes de nuestras comunidades a que participen de esta experiencia. Con seguridad que les enriquecerá también a ellos y les dispondrá anímicamente para llevar adelante tareas en otras instituciones.En muchas parroquias podrán informar de todas estas actividades veraniegas. Contáis también con los servicios de la Fundación Virgen Blanca de la Academia, ubicada en la Casa de la Iglesia. Igualmente conocéis otras instituciones dependientes de comunidades de Vida Consagrada o con distintas formas de espiritualidad eclesial. También hay agrupaciones de índole laical.

 

Os recuerdo que existen otros servicios aptos para colaborar: atención a ancianos, visitas a enfermos en domicilios y hospitales, pastoral penitenciaria, trabajo en Cáritas, Manos Unidas, Fundación Jericó, Agrupación Vicenciana y otras muchas. El horizonte es mucho más amplio, no centramos nuestra llamada sólo en la juventud. Es un reto y un compromiso que afecta a todo cristiano que quiera responder con su propia vida a la fe recibida en el bautismo.

 

Con mi bendición y afecto

 

                                                                         +Salvador Giménez

                                                                          Obispo de Lleida