La Comunidad Parroquial de Almenar contó ayer con la presencia del obispo Salvador para bendecir la nueva capilla dedicada a la Virgen de Montserrat, en la parte baja del pueblo. Esta capilla permitirá complementar el espacio celebrativo de la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora para las celebraciones entre semana y algunas de los domingos. 

El acto se llevó a cabo en el decurso de la celebración eucarística concelebrada por el obispo Salvador y mosén Ioan Blaj, nuevo rector de la parroquia, y comenzó con la bendición por parte del señor obispo del nuevo espacio promovido desde hace unos meses por el anterior párroco, mosén Xavier Navarro, la animadora de comunidad Montserrat Sánchez y el equipo del consejo de pastoral de la parroquia. 

En la remodelación y el acondicionamiento del espacio han participado diferentes profesionales y voluntarios y se ha podido hacer con la aportación económica de toda la comunidad de Almenar. En el acto también participó Amadeu Bonet i Boldú que ha sido el responsable del diseño y construcción del mobiliario litúrgico (altar, ambón, sagrario, setiales, palmatoria,..) así como elementos litúrgicos tales como una cruz con el Cristo resuscitado, una custodia para la adoración del santísimo, y un via crucis de 15 estaciones. La última intervención ha sido la construcción de unas vidrieras en los ventanales de la capilla. 

Al final de la celebración, Amadeu Bonet explicó el significado de los elementos que componen las vidrieras: un sol que representa a Cristo en referencia al texto de Lucas “Por el amor entrañable de nuestro Dios, nos visitará el sol naciente que viene del cielo, para iluminar a los que viven en la oscuridad, a las sombras de la muerte, y guiar nuestros pasos por caminos de paz” Lc 1 78-79). Un sol que nos permite ser luz y alimentarnos para ser testigos de la luz con el pan y el vino de la eucaristía (los otros dos elementos de la vidriera). También explicó el porqué de un Cristo resucitado desenganchado de la cruz y de la 15a estación del via crucis haciendo referencia al texto de San Pablo a los cristianos de Corinto “si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación es vacía, y vacía es también vuestra fe” (1a Cor 15,14). Precisamente la 15a estación, la de la resurrección, está sobre la puerta de salida y nos invita a ser Iglesia en salida para anunciar al mundo la alegría de haber experimentado que Cristo ha resuscitado. 

La eucaristía concluyó con el canto del Virolai.