El Paraninfo de la Academia Mariana acogió el pasado domingo la entrega de premios del Certamen Mariano que se celebra desde hace 154 años. Este año se ha dedicado al cuadro de la Inmaculada Joven, patrona de la pastoral de jóvenes.

El mantenedor del certamen fue el padre jesuita, Alexis Bueno que reflexionó sobre la belleza, María y el mundo de los jóvenes tomando como punto de partida la parábola del Hijo Pródigo. Fueron galardonadas once personas y la Flor Natural, que premia un poema en honor a la Virgen, fue para María Asunción Cornadó Lladó de Tarragona. Este año se habían convocado nueve premios para la sección escolar, uno para la sección audiovisual, dos de investigación, tres de poesía, otro de temática libre dentro del ámbito de la poesía y la Flor Natural.

El jesuita Alexis Bueno fue el mantenedor de este año. Bueno hizo una reflexión sobre la belleza con el título 'Una belleza para salvar el mundo: María y el regreso de los hijos en casa. Según el jesuita "la belleza que nos hace falta, está más cerca de la figura estrujada pero luminosa de la Madre Teresa de Calcuta". "Necesitamos una belleza con arrugas y heridas", añadió. A continuación Alexis Bueno hizo una aproximación al mundo de los jóvenes y la belleza. "Los jóvenes son reflejo y el escaparate, la caricatura de lo mejor y peor de cada momento".

Y para explicar la situación de los jóvenes actualmente recordó que "en el siglo XX el hombre descubrió que cualquier bonito y grande ideal puede ser la excusa para un genocidio". Por ello, en palabras de Bueno, "los grandes relatos generan desconfianza y el único relato es el relato del yo, el aquí y ahora". En palabras del jesuita, 'la generación selfie'. "Vivimos instalados en un presente efímero sin Historia, sin pasado que nos identifica ni un futuro común que nos moviliza", añadió.
El mantenedor reflexionó sobre la parábola del hijo pródigo desde la perspectiva de María. "En los hijos de la parábola, el pequeño y el grande, veo reflejados tantos hombres y mujeres, tantos jóvenes de hoy perdidos entre mil espejismos y promesas falsas", añadió Bueno. "Allí donde la libertad es el valor supremo, existe una única obligación: la realización personal. Y esto lleva a la autoexigencia y el estrés, al miedo y la inmensa vulnerabilidad ", destacó.

"El único gran pequeño relato es que debes poder porque todas las barreras han caído". Entonces, volviendo a la parábola del hijo pródigo, el padre Alexis Bueno recordó que en la parábola el Hijo mayor "se va lejos creyendo que lo auténtico es lo que saldrá de él mismo pero confundiendo libertad con lo que dicta el instinto".

En este sentido el jesuita recordó que "estamos en el reino de la visualidad y del instante, de la epidermis, del placer a corto plazo". "El consumo ya no es una necesidad sino una identidad", añadió.
"En el individuo posmoderno el cuerpo ha ocupado el lugar del alma. Ahora hay que ir al gimnasio a salvar el cuerpo ", dijo. Pero, según Alexis Bueno, "el hijo mayor de la parábola iniciará una especie de oración cuando se le acaban el dinero. Y el padre lo acoge y celebra su regreso". "Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado", como dice el Evangelio. Y entonces, según el mantenedor, aparece el Hijo pequeño que no entiende la acogida de su padre hacia su hermano.

"En nuestra sociedad de la libertad y de internet y de la globalización, todo es posible, todo está al alcance. Ya no tienes excusa para no llegar a ser aquel que sueñas. Pero entonces, como hace el hijo de la parábola porque no llega la felicidad prometida, si yo he hecho todo lo que había que hacer? ", se preguntó el jesuita. El mantenedor terminó su intervención destacando que la libertad que salvará al mundo "será una red de personas que descubren la verdad sencilla y profunda de ser hijos y hermanos. Y se ponen en marcha para hacerla descubrir, con palabras y sobre todo con obras, a todos los hombres y mujeres ".

A continuación del discurso del mantenedor, se entregaron los premios a los ganadores.Tras la entrega de premios, los autores premiados leyeron sus poemas, con el acompañamiento musical de Emma Palau. A continuación, se proyectó el audiovisual ganador y para terminar la coral Shalom ofreció un concierto.
A la entrega de premios asistieron el obispo de Lleida, Salvador Giménez Valls y el obispo de Solsona, Xavier Novell, responsable de la Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española. También participaron el director de la Academia Mariana, Joan Viñes y la concejala de cultura del Ayuntamiento de Lleida, Montserrat Parra, entre otras autoridades.

Vela joven y misa solemne

La Academia Mariana-Casa de la Iglesia acogió la noche del sábado al domingo una vigilia de oración para jóvenes de la diócesis. Una treintena de jóvenes participaron. Además el domingo 2 de octubre coincidiendo con la Festividad de la Virgen Blanca de la Academia se celebró la misa solemne en la Catedral de Lleida presidida por el obispo Salvador Giménez.