Cuesta imaginar cómo es la vida de un lugar donde solo has visto fotografías y has oído comentarios más o menos afortunados. Agradecemos la oportunidad que FASFI (Hijas de Jesús) nos ofrece de compartir durante unas semanas en el internado de Buen Retiro-Capinota en Bolivia.

Contrariamente a lo que pensábamos, los quetxuas son bastante tímidos. Descubrir la personalidad y su manera de vivir la fe que se esconde bajo las trenzas, la “pollera” (falda típica de las chicas de campo) y de sus rostros empapados por el sol, es ciertamente un gozo indescriptible. Muchos de ellos pertenecen a diferentes grupos religiosos (sobre todo evangelistas) pero esto no supone ninguna barrera. Los chicos y chicas tienen la oportunidad de formarse a la vez que aprenden a convivir y relacionarse.

Continuamos nuestra estancia, disfrutando de cada momento y pensando ya como podremos compartirlo en nuestra vuelta.

Anna H. Sabaté y Anna Jové.