El Campamento la Estrella está situado en Senet y en Aneto, en el valle de Barrabés, en el nacimiento de la Noguera Ribagorzana. Este espacio natural de gran belleza, resguardado por el Besiberri, entre el Pont de Suert y el Valle de Aran, fue la cuna de l'Estel en el año 1968.

 Para celebrar el aniversario, sus fundadores y la familia que han ido formando, organizaron unas convivencias y la publicación de un libro y un vídeo con el fin de recordar, agradecer, revivir y proyectar su historia.

El encuentro tuvo lugar los días 18 y 19 de agosto y se abrió a todas las personas que durante estos cincuenta años han sido vinculados a los Campamentos. Participaron unas seiscientas personas y contó con la presencia del Obispo Salvador que presidió la Eucaristía del primer día.

Una conferencia pronunciada por Mn. Jerónimo Río, uno de los fundadores, se centró en estos cincuenta años de entrega, generosidad, de superación de las dificultades y, sobre todo, de la acción de Dios que ha hecho crecer l'Estel. Especialmente Mn. Río se fue refiriendo a personas y colectivos que lo han hecho posible: "los monitores han sido y constituyente la clave", pero también los matrimonios responsables del campamento, las cocineras, los jóvenes y niños, los servicios compartidos y el voluntariado practicado como un estilo de vida. "Hoy l'Estel es un árbol grande de raíces muy profundas y ramas con frutos sabrosos".

Durante los dos días también se hizo la proyección del vídeo que recrea la historia de l' Estel y un festival de luz y sonido. Mossèn Jaume Pons tuvo cuidado de una conferencia centrada en el ideario de los Campamentos, en las consignas de l'Estel: "Las cosas grandes se hacen con sencillez, constancia y humildad, dejando paso a la acción del Espíritu Santo que baja como el rocío. "También recordó el objetivo del Campamento que es la formación de personas, manteniendo el espíritu del Siervo de Dios don José Soto". Y sin dejar de soñar en metas elevadas, caminar paso a paso: "Un ideal para toda la vida y un pasito para cada día."

Memoria y esperanza es el resumen de esta efeméride en la que, con palabras del Francisco ha querido imprimir este aniversario cristiano "no para medir resultados y dificultades, ni para hacer balance, sino el momento en que la Fe está llamada a convertirse en una nueva audacia.

"Esta ha sido la finalidad de la celebración:" una nueva audacia, que no es el coraje de un día, sino de la paciencia de una misión diaria de volver a entregarse. Hoy, la gran familia de l'Estel, agradeciendo Dios estos 50 años, comienzan a soñar con los próximos cincuenta años teniendo como programa ... "ser sembradores de alegría"