Tierra Santa ha sido el destino de la peregrinación diocesana de Lleida durante la última semana de abril encabezada por Padre Joan Ramon Ezquerra, director del Secretariado de Peregrinaciones, y Padre Ángel Escales.

 Desde la moderna Tel Aviv «la colina de la primavera» hasta la Ciudad Santa de Jerusalén, hemos visitado Jafa, Cesarea Marítima, el monte Carmelo, Tiberíades, el mar de Galilea, Cafarnaún, Tabgha, el monte de las Bienaventuranzas, Nazaret, Caná, la montaña del Tabor, el Jordán, Jericó, Ein Karem, Belén, Qumran, Betania.


Estos son algunos de los lugares de Tierra Santa que evocan pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, actualmente dentro de las fronteras de Israel y la Autonomía Palestina.
 
Para el grupo de los treinta y seis peregrinos ha sido, especialmente, un recorrido por los Santos Lugares donde Jesús, el Hijo de Dios, vivió, enseñó, hizo milagros y murió y resucitó. Muchos parajes han cambiado la fisonomía original pero conservan su riqueza histórica y doctrinal. Visitarlos ha supuesto una experiencia muy sobrecogedora de regreso a las raíces, a la cuna y fuentes de nuestra fe. Una experiencia individual reforzada por la buena sintonía entre todos.
 
Allí el tiempo que nos separa de la existencia terrena de Jesús desaparece y se ha hecho plenamente presente el sentido cristiano de nuestra vida. Esta es la huella profunda y gozosa que ha dejado en todo el grupo el inolvidable peregrinación por tan acertadamente llamado "Quinto Evangelio".