La capilla de la residencia de Santa Teresa Jornet de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Aitona acogió el 13 de octubre la Eucaristía de Acción de Gracias, por los 75 años de vida religiosa de una de las hermanitas de la comunidad, Sor Teresa Martínez Díaz.

La celebración fue presidida por el obispo emérito de Lleida Joan Piris, acompañado por otros sacerdotes vinculados con esta hermanita que nació en el pueblo de Cariño (La Coruña) hace 95 años y lleva casi 40 en Aitona. Sor Teresa, que lucía una corona de flores, simbólica costumbre en la profesión de las religiosas como "esposas de Cristo", estuvo acompañada por un buen número de hermanitas, algunas venidas de otras comunidades cercanas, ya que había sido maestra de postulantes de muchas de ellas en el noviciado de Palencia. También se hicieron presentes sus familiares y amigos, así como la alcaldesa de Aitona Rosa Pujol y algunos vecinos de la localidad.

En su homilía, el obispo Piris se refirió a la vocación de Sor Teresa como una "entrega radical a Cristo en el servicio a ancianos desamparados". Por el obispo emérito, la vida consagrada tal y como nos la presenta el Concilio Vaticano II, “es un seguimiento de la persona de Jesús, total y exclusivo, en total libertad, plenamente convencidos de que no hay nada mejor y más grande en este mundo que gastar la vida al servicio de Dios".

 El momento más emocionante de la celebración fue el de la renovación de los votos, que Sor Teresa hizo solemnemente ante el obispo Piris y de todos los fieles, con voz fuerte, pero a la vez emocionada. Y llena de simbolismo fue también la procesión de ofrendas, momento en el que fueron presentados al altar dos cuadros con el acta de bautismo de Sor Teresa y el acta de su primera profesión de votos, con la que se 'incorporaba a la vida religiosa’; una vela encendida grabada con su nombre y los datos, recordando el día en que comenzó su vida en Cristo; también se ofrecieron tres rosas, recordando el fundador de las hermanitas, Saturnino López Novoa.

La Eucaristía concluyó con unas breves y emocionadas palabras de agradecimiento pronunciadas por ella misma, dando las gracias a todos por haberla acompañado. La celebración tuvo continuidad en la sala de actos de la Residencia, con música, canciones, regalos y un enorme pastel de cumpleaños. La fiesta de las Bodas de Diamante tuvo como colofón una comida de celebración de Sor Teresa con la comunidad de Aitona y todas las hermanitas que la habían acompañado de otras comunidades.

  Al día siguiente, domingo 14 de octubre, Sor Teresa se trasladó acompañada por la superiora de Aitona, Sor Montserrat Brescó, al Monasterio de Montserrat, donde asistió a la Misa conventual, ofreciendo en la Eucaristía un ramo de flores de los 75 años de Hermanita. A continuación subió a venerar la Moreneta en su camarín, para dar gracias, rogando emocionada ante la imagen de la Patrona de Cataluña. Finalmente, el Padre Joan Maria Mayol, rector del Santuario, le entregó un diploma con una oración y una especial bendición. Antes de irse, fueron a rezar ante el monumento de Santa Teresa Jornet que está ubicado en el Camino de San Miguel.

Jordi Curcó