La Catedral de Lleida celebró el pasado 15 de agosto, la fiesta de su titular la Asunción de la Virgen, con una nutrida asistencia de fieles. Lo hizo reviviendo una antigua tradición que proviene de la Seu Vella y fechada ya en 1497

exponiendo en su catafalco y a la pública veneración de los fieles durante toda la jornada, la imagen de la Virgen de la Litera o "de la cama".
 
Se trata de una magnífica talla, obra del desaparecido escultor leridano hijo de Torrefarrera Jaume Perelló, que representa la Dormición de la Virgen y que ejecutó en 1960, reproduciendo con toda fidelidad la que había desaparecido durante el saqueo e incendio de la catedral en agosto de 1936.

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El acto central de la fiesta fue la solemne Eucaristía presidida a las 12 del mediodía por nuestro obispo Salvador, concelebrada por varios capitulares y solemnizada por Pequeño Coro de la Catedral de Lleida. El Sr. Obispo en su homilía se refirió a la antigüedad de la fiesta del misterio de la Asunción de la Virgen que data ya del S. II, si bien fue el Papa Pío XII quien en 1950 declaró el dogma de la Asunción. Recordó también como muchos pueblos celebran y festejan la Virgen: "Es una fiesta muy grande por su historia, tradición y por el espacio donde se celebra, pero nunca cuando hablamos de María no podemos olvidar su Hijo Jesús y su resurrección".
 
El obispo Salvador empleó sin embargo tres palabras para definir la fiesta: plenitud, alegría y esperanza. Acabó pero la homilía, con un sentido recuerdo para las víctimas de la tragedia del puente derrumbado en Génova (Italia), así como por los heridos del accidente del puerto de Vigo y también por los inmigrantes que llegan a nuestro país huyendo del hambre y la guerra. 

Sin embargo el Sr. obispo recordó las víctimas de los atentados de las Ramblas en Barcelona y en Cambrils, pidiendo al mismo tiempo la unión de todos en los actos de recuerdo y homenaje con ocasión del primer aniversario de aquellos hechos.
 
Finalizada la celebración tuvo lugar la Procesión de la Dormición de la Virgen, cumpliendo así con una tradición de 521 años. El obispo salvador, concelebrantes y fieles acompañaron la imagen de la Virgen de la Litera o "de la Cama", dando la vuelta por el interior de las naves de la Catedral mientras el Pequeño Corazón entonaba tradicionales cantos marianos, finalizando la celebración ante el tablado de la Virgen de la Litera cantando todos el Salve Regina, en honor de la Patrona de la Catedral en el día de su fiesta.
 

Jordi Curcó