|2-11-2023| El Obispo de Lleida, Salvador Giménez Valls, ordenará presbítero el Padre Joshua Enrique Carrillo Saldaña en una celebración que tendrá lugar el próximo sábado 4 de noviembre a las 11.00 horas a la Catedral de Lleida. Esta ordenación sacerdotal es la primera en Lleida desde 2016, la anterior había sido el 2011. De hecho, desde 2006 se han ordenado en Lleida diez sacerdotes, una cifra que se considera insuficiente.

 
Joshua Carrillo, de 29 años, nació en una familia cristiana a Ixtlán del Río, México, y el 2015 vino a Lleida a estudiar el último curso del grado en Derecho dentro de un plan de movilidad, conocido popularmente como Erasmus. Estuvo en Lleida cuando se empezó a conocer más "a sí mismo" y a ver la vida "de otra perspectiva", afirma. Y es que haber conocido Padre Francesc Xavier Jauset lo ayudó a pensar en que hace un presbítero. "Me acogió y me ayudó espiritualmente o en momentos en que me sentía solo", explica Carrillo, que dice que Mn. Jauset lo invitó a entrar al seminario, pero decidió que no porque, como que ya había acabado sus estudios, quería continuar con sus proyectos de vida, como dedicarse a la política. Sin embargo, cuando volvió a México no paraba de pensar "qué quería Dios de mí", hasta que Carrillo se dio cuenta de que "no era del todo feliz" y quiso descubrir si Dios le daba la felicidad.
 
Así, en 2017 volvió a Lleida y entró al seminario dónde durante seis años estudió teología a Pamplona y Barcelona. "Al seminario pensé varias veces si esto era el que Dios quería de mí, puesto que yo todavía pensaba en mis proyectos que había dejado atrás". A pesar de todo, Carrillo asegura que "ahora soy más feliz".
 
Carrillo fue ordenado diácono el pasado 4 de junio y desde entonces ha ayudado a administrar las parroquias de Els Torms y Juncosa. "Cuando sea ordenado sacerdote me podré dedicar más", asegura, a pesar de que en los próximos dos años estará estudiando para especializarse en Derecho Canónico.
 
Respecto al día de su ordenación, destaca que "será un momento que me marcará toda la vida, puesto que será un nuevo estilo de vivir y de dedicarme a Dios y en la Iglesia". Recalca que "no seré amo de mí mismo, sino de los otros". Como sacerdote, Carrillo quiere hacer presente Jesús en su vida y en la de las personas. "Quiero ser mensajero del Evangelio".
 
En cuanto a las pocas vocaciones que hay, cree que es un reflejo de la sociedad. "Antes había más fe y los jóvenes respondían al llamamiento de Dios, pero ahora no saben cómo hacerlo y yo les diría que Dios mujer el amor de verdad, una cosa muy difícil de conseguir".