El obispo Salvador presidió ayer la santa misa que se celebró en la Seu Vella de Lleida, con motivo del Dia de la Seu Vella. Después del toque de campanas, la antigua catedral volvió a acoger una celebración eucarística como era habitual durante los siglos en que fue el templo principal de la ciudad. Durante su homilía, el obispo Salvador quiso poner el acento en la importancia de recordar el origen religioso del monumento, ya que dados los usos que tiene actualmente la antigua catedral, puede darse el riesgo de que se olvlide cuál fue el motivo por el que la sociedad leridana lo erigió.

Durante toda la mañana, la Seu Vella fue escenario de múltiples actividades, desde un mercadillo, a una encuentro de coleccionistas o una exhibición de baile. También se instaló una parada de vehículos históricos, se hizo una exhibición de modelismo ferroviario y hubo inflables y juegos tradicionales de madera para los más pequeños.

El Dia de la Seu Vella también contó con una visita guiada por el Turó organizada por Catalonia Sacra y que fue un éxito de participación, con todas las plazas reservadas cubiertas.