Queridos diocesanos:
El centro de las celebraciones cristianas del año está en la fiesta de la Pascua, en la que recordamos y actualizamos la Resurrección de Jesucristo. En este domingo se condensa la cima de la piedad cristiana con el horizonte en la eternidad y el fundamento de la vida personal y comunitaria radicada en la fe que profesamos y celebramos.
Durante el año cada domingo os propongo una pequeña reflexión que nos ayude a compartir la experiencia y los deseos de seguir con mayor autenticidad a Jesucristo. Reflexión que a veces tiene acento informativo, otras de formación y siempre pidiendo colaboración de todos para que nuestra Iglesia se presente con mejor rostro a la sociedad a la que quiere servir y evangelizar.
Hoy propongo solamente una felicitación a todo el mundo por este acontecimiento trascendental de la Pascua. A los cristianos, para que la alegría sea coherente con el anuncio del Resucitado; a todos los demás, para que oigan y sientan la felicidad que embarga a las confesiones cristianas y conozcan con más detalle la cosmovisión que nace de las palabras y los hechos de Jesús de Nazaret. Y lo hago con las palabras de poetas que conmueven el corazón de sus lectores y evocan con sintética redacción el hecho de la Pascua. Su lenguaje es universal y nos acerca con mucha belleza al misterio que celebramos. ¡Felicidades!
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15. Glossa 9 abril.pdf | 8.8 KB |