Las VII Jornadas de Formación para Catequistas se inauguraron el viernes 24 de octubre en el Centro de Congresos de Andorra la Vella. El acto fue presidido por el arzobispo de Urgel y copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, y contó con la presencia de la cónsul mayor de Andorra la Vella, Rosa Ferrer; el director del Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y Baleares, Mn. Joan M. Amich, y el delegado de Catequesis de Urgel y Vicario de Pastoral, Mn. Antoni Elvira.

El grueso de las actividades del encuentro se llevó a cabo el sábado, día 25, cuando se hicieron los talleres por la mañana. El trabajo de la tarde partió de la ponencia del obispo auxiliar de Barcelona y presidente del Secretariado Interdiocesano de Catequesis, Mons. Sebastià Taltavull, que habló de la catequesis como profundización de la Buena Nueva de Jesús, teniendo como texto marco la exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’, del papa Francisco. El trabajo en grupo posterior, la puesta en común y el coloquio completó esta fase de formación de los catequistas reunidos en la capital andorrana.

Los ponentes de la mañana, José Antonio Goñi, Imma Farré, Carles Cahuana, Anna Ludevid, Andreu Muñoz, Carme Sorribes, Enric Termes y Fito Tugues hicieron la tarea de motivación de los catequistas asistentes, que pusieron encima la mesa sus inquietudes y problemas cotidianos, vinculados con el signo del taller al que asistían.

Por la tarde, Mons. Taltavull glosó las palabras del Papa Francisco al final del Sínodo de este año y planteó cuatro cuestiones recogidas por el beato Pablo VI en ‘Evangelii Nuntiandi’: “Qué eficacia tiene a nuestros días esta energía escondida de la Buena Nueva, capaz de sacudir profundamente la conciencia del hombre? Hasta qué punto y de qué manera, esta fuerza evangélica puede transformar de verdad el hombre de este siglo? Con qué medios proclamar el Evangelio, para que su poder sea eficaz? Se encuentra o no más apta la Iglesia para anunciar el Evangelio e insertarlo en el corazón del hombre con convicción, libertad de espíritu y eficacia?”.

A través de estas cuatro cuestiones articuló una ponencia muy rica en matices para dar respuesta a estas cuestiones desde la perspectiva planteada en ‘Evangelii Gaudium’.

Las jornadas no sólo fueron un espacio de formación y de trabajo. También han tenido la voluntad de procurar espacios de oración y comunión entre los participantes. Se hizo una plegaria multitudinaria el primer día, con la asistencia de Mons. Vives, y, el sábado, el rezo de Vísperas fue presidido por Mons. Taltavull.

La Misa solemne, el domingo 26, en el Santuario de Meritxell, concelebrada por los dos obispos y los sacerdotes participantes en las Jornadas, fue un acto multitudinario donde participaron los catequistas, sus acompañantes y muchas personas de la comunidad cristiana andorrana.

En las jornadas, han participado unos 350 catequistas de todas las diócesis de Cataluña y Baleares, encabezadas por los respectivos delegados de catequesis y otros presbíteros.

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