Los leridanos celebramos con fervor la festividad del Corpus Christi. Una celebración que empezó a las cinco de la tarde en la Catedral Nueva, donde el obispo, monseñor Joan Piris, presidió la Hora Santa tal y como había solicitado que se hiciera en todas las diócesis el Santo Padre Francisco, con el propósito de conseguir un momento de plegaria planetaria. Después de la Hora Santa de oración tuvo lugar la Misa que reunió a centenares de fieles y también a los niños y las niñas de diferentes parroquias de Lleida que este año han recibido la Primera Comunión. El obispo Joan Piris ofició la eucaristía en una jornada que coincidía también con el Día de la Caridad.

Finalizada la eucaristía salió la procesión que, presidida por la Santa Custodia y seguida por un centenar de personas, recorrió el Eje Comercial de la ciudad. Las calles del recorrido estaban engalanadas con alfombras multicolores realizadas con flores.

El cortejo llegó hasta la plaza de San Juan donde el obispo dispensó la bendición con el Santísimo. A continuación se entró la Santa Custodia a la iglesia de San Juan.