El obispo de Lleida Salvador Giménez dijo a los sacerdotes de la diócesis que "el Señor da consuelo a los sacerdotes cuando saben escuchar, cuando saben entrever los problemas y dificultades de los hermanos y cuando saben orientar la vida de los otros hacia Cristo y hacia los hermanos" . El obispo Salvador dirigió...

 estas palabras a los sacerdotes durante la homilía de la Misa Crismal de Martes Santo. Precisamente, antes de empezar hizo una condena total de los ataques terroristas de Bruselas "que llevan la muerte el odio y el miedo a los hermanos". Además pidió una "profunda y sincera oración por las víctimas y sus familias".
También mostró "su solidaridad con todo el pueblo belga y pidió a Dios que cambie el corazón de los autores de los atentados que puedan volver al camino del amor y la paz entre todos los seres humanos".


El Sr. Obispo destacó dos de los elementos esenciales de la celebración del Martes Santo: el aceite y el sacerdocio. Nuestro prelado destacó que se trata de dos realidades unidas por el efecto que producen "cuando ungimos con el aceite y cuando los sacerdotes utilizan la palabra y los gestos semejantes a Cristo". En este sentido aseguró que "el Señor, el Ungido, da siempre el consuelo: a los enfermos, a los catecúmenos y a todos.
Durante la ceremonia el obispo Salvador bendijo los Santos Óleos que se utilizarán durante el año para la administración de los sacramentos. Además las sesenta sacerdotes presentes renovaron sus promesas sacerdotales. El obispo Salvador pidió a los fieles, que llenaban la Catedral, que "oremos por las vocaciones". En la ceremonia también se recordó a los sacerdotes de la diócesis traspasados en el último año.