La “medicina espiritual” que el Papa Francisco recomendó a los fieles de forma simpática para mantener los frutos del Año de la Fe también ha llegado a las tierras de Lleida.

La parroquia de Alcarrás ha empezado a repartir Misericordina (Misericordium) el fármaco que garantriza 365 días de buena convivencia. Animado por este mismo sentido del humor, Mn. J. Enrique Galvis y su equipo parroquial garantizan la curación de las almas. El medicamento, que se presenta en una caja idéntica a la que también se está utilizando en Roma, donde se ideó esta especie de “souvenir” espiritual, tiene en su interior una estampa y un bombón. Según el prospecto de este producto, fabricado por la Parroquia de la Asunción de la Virgen, de Alcarrás, su composición facilita una vida menos amarga en un 10 por ciento y estar con Dios el otro 90 por ciento.

La Misericordina tiene un doble efecto: corporal, ya que incluye visitar y atender a los enfermos, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, acoger al peregrino, vestir a los desnudos, redimir a los cautivos y enterrar a los muertos; y espiritual, enseñar al que no sabe, dar buenos consejos a quien los ha de menester, corregir a quien se equivoca, perdonar las injurias, sufrir con paciencia los defectos de los demás y rogar a Dios por los vivos y difuntos.

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