Nacido en les Borges Blanques el 31 de marzo de 1883, fue ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1910. Ejerció su ministerio en Juncosa y más tarde en les Borges Blanques. Su vida fue un largo capítulo de vicisitudes. Por más que el alcalde republicano había garantizado la estabilidad de los sacerdotes de les Borges, su autoridad fue suplantada por el Comité revolucionario, y la persecución religiosa contra la Iglesia y el clero se hizo ya evidente.

El primer paso fue el incendio y desmantelamiento de los templos y capillas de Borges, el 24 de julio de 1936. Mn. Pelegrí buscó refugio en el campo. Las amenazas de represalias hacia familiares y amigos por el hecho de dar acogida a cualquier sacerdote o religioso, eran de muerte. Mosén Pelegrí decidió presentarse al Comité. De regreso a les Borges, fue reconocido por un vecino que le ofreció alojamiento, pero él declinó su hospitalidad: “Que sea lo que Dios quiera”, le dijo agradeciéndole el gesto.

Era el 23 de agosto. Fue encarcelado juntamente con el también sacerdote borgense, Mn. Carles, circunstancia que propició la confesión y absolución mutua ante la inminente ejecución sin procedimiento de causa ni juicio. Su condición de sacerdotes comportaba implícita la sentencia de muerte, como así fue a media noche en el cementerio de les Borges. Pero antes, quiso hacer una profesión solemne de su fe católica y dio gracias a Dios que le concedía morir mártir y perdonando.