Varios
Lloc de naixement: 
Lleida
Anys naixement-defunció: 
De 1930 hasta 2008
Martir / Beat / Sant
Data de la mort: 
22/05/2008

Rezando un Padrenuestro, he recibido la noticia de la muerte de Mn. Mario Rodrigo Molí. Padrenuestro que me ha reconfortado en el dolor por la muerte del amigo y compañero sacerdote, al mismo tiempo que le agradecía la donación que había hecho de su vida al servicio de la causa del hombre en la Iglesia y por el Evangelio; y lo presentaba ante nuestro Padre Dios, en comunión de la Iglesia de cielo y tierra.

 Mn. Mario ha muerto en Lleida, en la madrugada del 22 de mayo de 2008, confortado con los santos sacramentos y la bendición apostóloca.

 Mn. Mario, leridano de raíz, nació en Lleida el día uno de agosto de 1930; tenía por tanto 77 años en el momento de su muerte, y 54 años de sacerdocio, habiéndose ordenado presbítero, en Roma, el 19 de marzo de 1954; en la Gregoriana de Roma cursó los estudios de teología, obteniendo el grado de licenciado.

Ecónomo de Santa María Magdalena de Lleida, Delegado Episcopal de Cursillos de Cristiandad, Consiliario del Consejo Diocesano de Hombres de Acción Católica, Consiliario del Centro de la Asociación Católica de Propagandistas, Inspector Diocesano de Enseñanza Media; Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana, Vocal de la Comisión Diocesana de Asuntos Económicos, Secretario de la Sección de Liturgia de la Comisión Diocesana; Vicario Episcopal de Pastoral, Vicario General de la diócesis, Capellán del Colegio de la Enseñanza, Director Adjunto y más tarde Director de la Cofradía de la Virgen de Montserrat; Canónigo Lectoral de la Catedral de Lleida, Rector del Seminario Diocesano; miembro del Colegio de Consultores; Decano del Cabildo Catedral; y por encima de todo, era... “Mosén Mario”.

Pero lo que importa es que, detrás de todos estos cargos, había un hombre que les daba vida, porque, firme en la fe, servía como sacerdote a la Iglesia de Dios. Hombre de confianza del Obispo Ramón Malla, fue el inspirador del despertar de la Diócesis a las enseñanzas del Concilio Vaticano II y su consiguiente puesta en práctica. Él, con un grupo de sacerdotes y laicos entusiastas del Vaticano II, favorecieron la renovación promovida por este Concilio. La “Semana de Pastoral” permanece aun firme en la memoria de los mayores. Es el momento del paso de la concepción más bien jerárquica de la Iglesia a la concepción de la Iglesia Pueblo de Dios, emergiendo los conceptos de comunión y misión, de corresponsabilidad. Es el momento de la reforma litúrgica. Miembro del Concilio Provincial Tarraconense, destacó por sus intervenciones sobre los seminarios. Fueron tiempos muy delicados, que Mn. Mario, Vicario de Pastoral y Vicario General, supo conducir por buenos caminos, no exentos de dificultades; tarea ésta que, aun hoy, se está completando.

 Su personalidad, que nadie dudaría en calificar de gigantesca, ha crecido y mucho en los últimos tiempos, recluido en su casa y más tarde en la Casa Sacerdotal; inmovilizado en su lecho, ciego y con otras discapacidades, se hizo aún más notoria por la conformidad y decisión con las que aceptó su enfermedad.

Con la muerte de Mn. Mario se cierra un capítulo importante en la Historia de la diócesis de Lleida, que dará trabajo a los estudiosos del hecho pastoral.

Mn. Mario: el Señor te premie la fidelidad con la que le has servido aquí en la tierra; con la Moreneta sube hacia el Cielo. Gracias; y en y con la Iglesia digo: Creo en la vida eterna.

Y un agradecimiento especial a las religiosas del Pilar, de la Casa Sacerdotal de Lleida, por cómo le han acompañado en el tiempo en el que ha estado allí enfermo, y la atención con que le han cuidado.

Mn. Mario, se ha cumplido tu voluntad: Dios ha acogido tu plegaria pidiendo la muerte, que, más que pedir era un ofrecimiento a Dios para irte al cielo.

Mn. Jaume Montaña


Funeral por  Mn. Marius Rodrigo en la Catedral de Lleida

Por la mañana del 23 de Mayo, la Catedral Nueva de Lleida acogió la misa del funeral por Mn. Marius Rodrigo Molí, fallecido a los 77 años de edad y 54 de sacerdocio, después de una larga enfermedad, en la madrugada del 22 de Mayo en la Casa Sacerdotal, donde residía actualmente.

Numerosos fieles asistieron a la última despedida a Mn. Mario, como era conocido en Lleida, llenando casi la práctica totalidad de los bancos de la Catedral. En los primeros asientos se situaron sus hermanos y demás familiares. La ciudad de Lleida fue representada oficialmente por su alcalde Ángel Ros, acompañado por quien también fue alcalde y ex consejero Antoni Siurana.

La Misa de funeral fue presidida por el Obispo Administrador Apostólico Xavier Salinas, el cabildo catedral y un buen número de sacerdotes y religiosos diocesanos y otros de las diócesis hermanas de Solsona, Tortosa o Barbastro-Monzón. Con el Obispo Salinas concelebró el Obispo Emérito Ramón Malla, que en su largo pontificado tuvo a Mn. Mario como vicario episcopal de pastoral, vicario general y decano del Cabildo Catedral; además de rector del Seminario, en su última etapa. El mismo Obispo Emérito hizo la homilía, con palabras de recuerdo para “Mn. Mario” y de acción de gracias a Dios por haber tenido cerca de él a un presbítero de grandes cualidades humanas y  espirituales. Mons. Malla al hacer emocionada memoria, dijo de él que había sido: “… un hombre de diálogo, que sabía escuchar a todos y un sacerdote que vivió toda su vida unido a Jesucristo, procurando ser una imagen viva de Cristo en medio de nuestra sociedad. Que su ejemplo sea para nosotros un estímulo”, dijo Mons. Malla.

Finalizada la celebración y antes de la última despedida de sus restos que hizo el Obispo Xavier Salinas, el secretario general del Obispado Mn. Daniel Turmo dio lectura a una carta del Obispo Emérito Francesc Xavier Ciuraneta, que desde la Palma de Ebro quiso unirse espiritualmente a la celebración de despedida a Mn. Mario. Asimismo y como es costumbre en las exequias para los presbíteros, se dio lectura a la evocación biográfica de Mn. Mario.

El Obispo Xavier Salinas, antes de la bendición final, quiso manifestar su sentimiento con palabras de agradecimiento tanto a los sacerdotes concelebrantes como a los fieles, por haber querido manifestar con la plegaria su pésame por la muerte de Mn. Mario y a un mismo tiempo de esperanza, dando gracias por “una vida dedicada al servicio de la Iglesia”, dijo el Obispo Salinas. Asimismo invitó a todos a “no perder la memoria de este apreciado sacerdote leridano”.

 Los restos fueron acompañados hasta la puerta de la Catedral por el decano del Cabildo Mn. Josep A. Ginestà y por el capitular Mn. Jesús Tarragona. Antes de despedirlos, ambos retiraron de encima del féretro la estola y la casulla, así como los Santos Evangelios, que ellos mismos le habían colocado al iniciar la Misa exequial, como símbolo del ministerio sacerdotal de Mn. Mario aquí en la tierra.