En el lugar de Torres de Segre había nacido Mn. Ruestes el año 1876, y en Lleida, recibiría el sagrado orden del presbiterado en 1905.

Ejerció por diferentes pueblos: Alguaire, les Borges Blanques, Torrebesses, Montoliu, Vall-llebrera, Foradada y Monsonís. Otro de sus nombramientos fue el de coadjutor de San Lorenzo de Lleida con residencia en la ermita de la Virgen de Butsénit, en el corazón de la huerta leridana. Finalmente recibió un beneficio parroquial en su pueblo de Torres de Segre, donde pasó a residir.

En este pueblo, ya antes de la guerra, hubo conmociones y sacrilegios, pero nada se podía comparar con los sucesos de julio de 1936.

Tanto él, como el párroco Mn. Agullana, pudieron estar escondidos hasta el día 26 de aquel mes, en el que, obligados a presentarse en el ayuntamiento, fueron hechos prisioneros, y obligados a subir a dos coches diferentes; el que llevaba a Mn. Agullana enfiló hacia la carretera general donde recibió la muerte, y el otro, con Mn. Ruestes se dirigió a Lleida, hacia el cementerio donde descansan sus restos.